viernes, 18 de junio de 2010

GUIA PARA LA RECUPERACIÓN Y REUTILIZACION DE LOS ESCOMBROS SIMBOLICOS EN EL ESPACIO PUBLICO










Estimados.

Les dejo este Artículo que encontré en una excelente pagina que funciona como un banco de proyectos en torno al terremoto Biobioproyecta.org . A continuación les dejo el link para que lo revisen en detalle, ya que toda la guia puede ser visualizada como un libro digital pagina por pagina.

Espero les sirva y sea de su interés.

LINK

GUIA PARA LA RECUPERACIÓN Y REUTILIZACION DE LOS ESCOMBROS SIMBOLICOS EN EL ESPACIO PUBLICO

¿Que hacer para que comprendamos que tenemos patrimonio transformado en calidad de escombros y que son todavía un patrimonio cultural que cuidar?
¿Chile posee memoria arquitectónica?
¿Qué es la vida sin recuerdos?
La antigua iglesia de barrio, donde asistían sagradamente todos los domingos miles de creyentes, el colegio que por generaciones albergó a tantas familias, la antigua cantina donde ancianos y jóvenes se juntaban a jugar rayuela, el gimnasio, la sede comunal, el municipio, espacios que albergaron miles de historias, recuerdos, momentos de felicidad y de tristeza, que son parte de nuestro imaginario urbano y arquitectónico, DE NUESTRA MEMORIA.
Todo esto pasa de un extremo a otro, un 24 de enero de 1939, un 22 de mayo de 1960, un 3 de marzo de 1985, un 27 de febrero del 2010, terremotos que se llevan en silencio cada muro derrumbado, un trozo de recuerdo, energía, una marca, como una marca que se hace con un lápiz para saber cómo van creciendo los hijos, recuerdos que se derrumban, recuerdos que quedaron en un montón de escombros, ladrillo tras ladrillo, adobe tras adobe, no son basura, SON IDENTIDAD.
Sin duda las decisiones que se tomen hoy nos afectarán en nuestro mañana, somos una generación que puede marcar un cambio en la forma de actuar frente a situaciones de catástrofe, será lógico que existieran políticas de cómo actuar, desarrollar y plantear las ciudades en situaciones de crisis y poder hacer algo más eficientemente de lo que se ha hecho hasta ahora.
Frente a la necesidad de aportar para operar, abrir y diseñar soluciones a esta crisis post terremoto, hemos diseñado esta guía que va en solución a la amnesia que hemos sufrido como país, en el aspecto urbano, arquitectónico y específicamente al área de la memoria y patrimonio.
Por esta razón nace la idea de reconquistar estos escombros simbólicos y reutilizarlos en el espacio público, como una forma de proyectar progreso y realizar un acto simbólico de una “santa sepultura” a estos restos que han marcado por años las vidas chilenas, y sean un ente fiscalizador para no producir la amnesia sísmica y estar constantemente en alerta, además de recordar los momentos de felicidad y tristeza que tales monumentos nos han provocado. Tal es el caso propio del ser humano, cuando evolucionamos de Neandertal a Homo sapiens, el hecho de que el Neandertal enterrara a sus seres queridos, para recordarlos y tener memoria de ellos, eso marca una diferencia en la línea del tiempo de la humanidad, ¿Por qué no poder tomar tal iniciativa con respecto al patrimonio y marcar algo histórico en la memoria de chile?
Sin memoria tendríamos que estar constantemente inventándonos, porque seriamos solo instantes.
Si no tomamos el rol de pensar el futuro, nos encontraremos con un pueblo que buscará solo un camino, imponiendo su voluntad a las arquitecturas extranjeras y no valoraremos lo propio, estamos en el bicentenario ¿Tenemos identidad como país en el aspecto arquitectónico?. Dice patricio Mora, coordinador de espacios públicos en BBP.
La guía tiene como fin 4 grandes puntos:
1- Provocar un cambio de switch con respecto al manejo del escombro simbólicos

2- Generación urgente de hospitales de escombros simbólicos en las ciudades terremoteadas.

3- Mecanismo de acción, políticas y gestión de el restiro del escombro y gestión de proyecto

4- Dar a conocer las 7 posibles intervenciones con el escombro simbólico en el espacio publico, en conjunto con participación ciudadana y mobiliario educamemoria.

a- Intervenciones en plazas de tréboles
b- Cambio de textura en zonas peatonales
c- Esculturas
d- Mobiliario urbano
e- Montículos
f- Muros memoriales
g- Abatimiento de fachada

Esperamos generar en los entes gubernamentales y habitantes de chile, una preparación anímica y culturalmente, para impulsar la tarea de replantearse un nueva forma de ver el patrimonio destruido, que puedan dar efecto a un nuevo enfoque de la sociedad a un “ser querido” que no ha fallecido, solo se va transformar, todo esto es una puerta a un rico debate sobre el que hacer con un escombro simbólico.

jueves, 10 de junio de 2010

La ética detrás del oficio






Estimados.

Les entrego esta carta que ha enviado el Arquitecto y premio nacional de Arquitectura 2006, Germán del Sol denominada “La ética detrás del oficio” en que realiza un interesantísimo análisis del libro de Rafael Moneo sobre Alvaro Siza “Contra la indiferencia como norma” y en el cual analiza desde su punto de vista personal las cuestiones principales sobre las que gira su idea sobre arquitectura.

Nos parece que la lectura de este texto es de gran relevancia tanto para esta etapa del proyecto en que se encuentran como para su vida academica y profesional.


ACLARACION!!!... EL AUTOR DE ESTE TEXTO ES EL MUSICO Y ESCRITOR GERMAN DEL SOL STUVEN, HIJO DEL ARQUITECTO Y PREMIO NACIONAL DE ARQUITECTURA, GERMAN DEL SOL.


La ética detrás del oficio

En relación al texto de Rafael Moneo sobre Álvaro Siza – Vieira,
me propongo analizar las cuestiones principales
en torno a las que gira su idea de la arquitectura.

Considerando que Moneo comienza dando algunas pinceladas
sobre lo que caracteriza al arquitecto portugués,
para luego aplicar sus parámetros
en un minucioso análisis de algunas de sus obras,
me parece que lo importante en este ensayo
es destacar aquellos aspectos
que hicieron de Siza un artista singular,
y creo que esto requiere, antes que nada,
comprender la ética en la que se fundamenta su oficio.

Si tomamos en cuenta algunas de las enseñanzas de Sartre,
en “El existencialismo es un humanismo”
entenderemos que él le otorga la responsabilidad al individuo.
Pero no a un individuo aislado,
sino a un individuo que forma parte de un cuerpo social
y que, por lo mismo – dicho en simple -,
debe sopesar sus actos conforme a cómo sería el mundo
si todos actuaran como él.
Quiero decir, ya no es el revolucionario
que intenta que las masas cambien de parecer
o adhieran a determinadas doctrinas,
sino que es el hombre,
en la intimidad de sus decisiones,
el que cambia el mundo y fija el ejemplo a seguir.

En el contexto del movimiento moderno,
donde quizás el ego del artista
ha sido profundamente sobrevalorado,
adquiere aún más valor la presencia
de un personaje como Álvaro Siza,
fiel cuidador de una ética
en la que hacer las cosas enseña a hacerlas.

En mayor o menor medida, todos somos testigos
de la proliferación de arquitecturas meramente estéticas,
en las que parece que el arquitecto quisiera gritarle al transeúnte:
“Yo construí esto, Mírame”
Proyectos pensados para la fachada,
o la foto de publicación.
Sin embargo, Moneo dice sobre Siza que “él no actúa,
simplemente desvela aquello con lo que nos sorprende”

Entiendo de lo anterior,
que el arquitecto no está para imponer maneras de habitar,
o de moverse. Ante la pregunta de cómo trabaja,
Siza contesta que primero busca,
y luego reconoce la realidad,
siempre atento, al lugar, a la gente, a los materiales.
Por lo mismo, resulta que su labor
no es – obviamente – la de Dios, que crea,
en todo el sentido de la palabra,
sino la del poeta,
que recoge lo existente,
y le da una nueva mirada.

La osadía de su trabajo consiste en detenerse,
en comprender lo que ocurre en el lugar;
cómo se mueven las personas, cuáles son su necesidades.

Su maestría reside en ser capaz
de vislumbrar lo que ya ocurre,
y darle un lugar propicio.

Es por esto que no cabe aquí el ególatra moderno,
ya que cuando este propósito se cumple,
el artista desaparece.

También dice Siza,
que “un lugar es por lo que es y por aquello que quiere ser”
y luego “No pongo a prueba la madera de la nave en el mar,
los excesos la destruirían. Estudio las corrientes, los remolinos”

De ahí que no tenga mucho sentido exigirle al espacio
que sea, desde cero, lo que el arquitecto quiere.

El objetivo será apropiarse de lo que ya existe,
y permitirle que se transforme en lo que quiere ser.
A través de su mayor o menor sintonía con el hombre,
el arquitecto intentará que lo que ya está presente,
adquiera su máximo esplendor en la obra.
Pero esto no pasa si el que proyecta
está aislado del azar propio de la vida,
buscando lo nuevo por lo nuevo,
en la frialdad de su estudio.
Por el contrario,
pasa en el contacto con la realidad y su ambivalencia,
en la comprensión del epicentro de conflictos
que es cualquier actividad humana.

Y entiendo que es en la manera de resolver dicho problema
donde nace propiamente el arte,
cuyo resultado final es – dirá Siza – siempre una sorpresa.

Porque como él no está esperando
que el lugar se convierta en algo determinado,
el proyecto acabado aparece frente a los ojos
como la forma más evidente
de congeniar las variables disponibles.

Y cuando esto se ha conseguido sin ostentaciones,
no podría ser menos que impactante.

Nos sirve como ejemplo de lo anterior,
el restaurante Boa Nova,
en el cual Siza recibe un escarpado roquerío junto al mar.



El arquitecto podría haber dinamitado las rocas,
y construido encima lo que viniera a su antojo.
Pero, conforme a la ética que hemos descrito,
opta por aprovechar lo que el paisaje le ofrece,
no para imitarlo,
sino para articular su proyecto en torno a él.
Y eso no significa, por disparatado que parezca el ejemplo,
que el restaurante deba tener forma de roca
para que se asemeje a su entorno,
sino simplemente que los muros emergen de ellas
adoptando su característica esencial, la cimentación.

Acto seguido entonces, viene la determinación,
aquello que Siza “dice” sobre lo que ya estaba dicho;
esa línea horizontal del techo
que modesta pero inequívocamente declara la presencia humana
a través de una continuidad geométrica,
inexistente en la naturaleza (la recta).

Algo similar podemos apreciar en las piscinas de Leca da Palmeira,
donde nuevamente Siza recibe un roquerío,
aunque esta vez con una misión diferente.

Para permitir que las personas se bañasen,
lo único realmente necesario
era contener y apaciguar las aguas,
cosa que el arquitecto consigue
levantando pequeños muros verticales entre las rocas
que permiten que el agua se acumule y no escurra.

Pero son los pequeños detalles los que importan.
Porque no construye todos los muros que puede,
sino sólo los imprescindibles,
valiéndose de las rocas para que realicen el trabajo restante.

Y yo no llamaría a esto minimalismo, sino sentido común,
consciencia de escala, por último, humildad.

Por si fueran pocos los ejemplos,
tenemos las viviendas sociales de Malagueira,
en las que para conseguir
el aparcamiento organizado de los autos,
Siza no pinta líneas de demarcación;
le basta con establecer la medida justa de la calle
para que eso suceda como sucede.
En términos poéticos,
diríamos que no le construye el verso al lector,
sólo da el pie forzado para que él pueda acabarlo.

En conclusión, podríamos decir
que la obra de Siza brilla desde su luz interior,
dialogando con lo que las cosas son en esencia,
y que esto viene dado
por un fuerte sentido de la responsabilidad
que supone hacer arquitectura.

Por ello, acabo con la sensación
de que el origen de la calidad de su obra
está en su ética, y no en su estética.

Aún más, creo que él construye desde la pregunta incesante,
desde los contrastes,
así que si nos llega a parecer
que en sus últimas obras se desvió un poco del camino acostumbrado,
veremos a Pessoa salir en su defensa:
“Nada es más representativo de la vida que aquellas noticias de los diarios que desmienten hoy lo que esos mismos diarios dijeron ayer” (Libro del Desasosiego, Emecé)

Germán del Sol Stuven


::Texto publicado originalmente en Plataforma Arquitectura.